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La salud laboral es un área a menudo olvidada en los países en desarrollo. El impacto personal y social de la mala salud relacionada con el trabajo es enorme, pero la necesidad de empleo se utiliza a menudo como argumento contra la mejora de las normas de salud y seguridad. Es de vital importancia que los pocos higienistas laborales que trabajan en este difícil entorno hagan oír su voz y se esfuercen constantemente por demostrar que el "trabajo decente" no sólo es un derecho de los empleados, sino que también es rentable a largo plazo para los empresarios.

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Rob Ferrie
Jefe de Higiene Laboral - Instituto Nacional de Salud Laboral, Sudáfrica

Inspección

Los inspectores visitan las empresas para comprobar el cumplimiento de la normativa y pueden emprender acciones legales cuando se detectan problemas. Los inspectores suelen ser generalistas en materia de salud y seguridad, y recurren a higienistas laborales especializados cuando necesitan ayuda para realizar encuestas y prestar asesoramiento.

Elaboración de políticas

Los higienistas de alto nivel también pueden participar en la elaboración de políticas y normativas nacionales que pueden incluir:

  • Participación en comités nacionales e internacionales
  • Enlace con numerosos organismos científicos, industriales y académicos nacionales
  • Encargar o realizar investigaciones
  • Recopilación de datos para el establecimiento de normas
  • Elaboración de orientaciones sobre toda la gama de temas de prevención y control
  • Redacción y revisión de la legislación

Servicios del Estado

Algunos países ofrecen servicios estatales de higiene laboral, a través de institutos centrales de salud laboral. Estos servicios pueden desempeñar funciones de investigación, ejecución o asesoramiento, y suelen estar basados en laboratorios.